PRESENTACIÓN DEL
CARTEL
DE LA SEMANA SANTA 2020
TERTULIA COFRADE “A PULSO”
Hermano Mayor y Junta de Gobierno
de la Pontificia, Real e
Ilustre Archicofradía del Santísimo Sacramento, Nuestro Padre Jesús Nazareno y
María Santísima de la O Coronada, queridos hermanos en Cristo.
Sr. Presidente y demás miembros
de la Junta Directiva de la Tertulia Cofrade “A pulso”, contertulios y amigos.
Cuando hace unos días contemplaba
el cartel que hoy os traemos, con la intención de hacer una pequeña glosa del
mismo, caí en la cuenta de que lo trascendente de la magnífica fotografía de
nuestro amigo y contertulio Daniel González Zafra no es la belleza de la
imagen, ni lo acertado del encuadre, ni la feliz elección del momento y el
fondo que enmarca a Ntro. Padre Jesús Nazareno en sus clásicas y rotundas
andas, sino su para mi incomprensible acierto al transmitir su Presencia.
Y es que si hay algo en lo que el
paso del tiempo me ha cambiado como cofrade, desde la niñez y juventud en que,
imagino que como a todos los aquí presentes, la insaciable curiosidad por
nuestra Semana Mayor me llevaba a perseguir el momento soñado de todas y cada
una de las Imágenes y cortejos procesionales, es la certeza de que lo
importante, lo trascendente, es siempre su Presencia.
Por eso, cada vez veo menos
cofradías en la calle, porque no me sobra ninguna pero me basta con las que me
hacen sentir su Presencia; que no sólo encuentro en una Imagen, sino también en
el especial detalle de un cortejo, en el fulgor callado de una canastilla, en
el corte de una túnica o en la sonora silueta de un palio; también en la
hiriente profundidad del incienso, o en la alegre a veces y a veces solemne
envoltura de una marcha procesional.
Ese es, para mí, ya en la edad
adulta, el cierto temblor de la Semana Santa, temblor que curiosamente todos
reconocemos en lo auténtico, lo verdadero y distinto, lo singularmente humano y
divino de ciertas Cofradías que han hecho imprescindible su forma de servir a
sus imágenes, hasta el punto de que, al verlas transitar, sentimos su
Presencia, la del que todo lo dio por nosotros y todo lo puede, o la de su
Madre que nos abraza y consuela como Madre nuestra que es.
Tras el descanso que para mí
supone haber cumplido Estación de Penitencia el Jueves Santo con mi Hermandad
de la Quinta Angustia, apurada una Cuaresma, o mejor dicho, apurado un año entero de trabajos y anhelos para
cumplirla, no se me antoja posible no acercarme en la noche del Viernes Santo a
esta calle de Castilla para sentir a vuestro Señor de cerámica, humilde y
cercano, manso y valiente, morado y cierto, tan verdadero como sus gentes y su
barrio, tan vencida y resignada su mirada que no puedes dejar de buscarla.
Es inútil que yo os hable a
vosotros, que tan cerca estáis de Él y tan bien conocéis cómo nos llama con su
dulzura y mansedumbre, cómo de poderosa es su Presencia, cómo de medidas son
sus andas, cómo de elegantes sus faroles, cómo de sencilla y profunda la alegría
de sus nazarenos de decimonónico raso vestidos, cómo de bella es la Expectación
de su Madre que le sigue, cómo, al fin, es tan inconfundiblemente autentica
vuestra Cofradía que nadie puede ignorar su Presencia al verlo caminar entre
vosotros.
Para mí este cartel tiene esa
feliz cualidad de mostrar su Presencia, la que vuestra devoción y cariño,
vuestra creencia y distinta forma de ser Cofradía sirve, ejemplo imprescindible
de cómo ser nazarenos de Ntro. Padre Jesús Nazareno.
En la confianza de que sepáis
apreciar nuestra mejor intención al presentaros este cartel y disculpar mi atrevimiento
al querer vislumbrar en él vuestra auténtica forma de ser cofrades, aquí os
dejamos el que ya es vuestro cartel. Muchas Gracias.
En la Parroquia de la O, a 21 de febrero
de 2020.
José
Luis Chaves Gentil
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