9 de abril de 2017

EXPOSICIÓN FUNDACIÓN CAJASOL, AYTO SEVILLA Y CONSEJO DE HERMANDADES Y COFRADÍAS

Como viene siendo habitual en los últimos años, y de manera acertada, se monta una "exposición" pública de fotos aprovechando la instalación de los palcos de la plaza de San Francisco con motivo de la Semana Santa. Este año, como en los anteriores, cuentan con la colaboración de muchos fotógrafos, profesionales en unos casos, y aficionados y cofrades en otro, que prestan sus fotografías. Para nuestra tertulia es todo un honor que nuestro contertulio Daniel González Zafra participe en la misma con la cesión de varias de las fotos de su colección. Aplaudimos desde aquí esa iniciativa por "alegrar" y adecentar esa zona del recorrido de nuestras cofradías, y por ser otro atractivo turístico para la ciudad ,  ya que es fácil ver a visitantes contemplando la misma. Enhorabuena. 










Aquí algunas de nuestro contertulio Daniel:









5 de abril de 2017

ROMANCE DE LA ALEGRÍA


Alegraos sevillanos que ya es Domingo de Ramos. Alégrate en la mañana del día más deseado, otea a Sevilla en su cielo, cielo azul desmemoriado, celeste de cuando niños de misa de Palmas y Ramos, celeste de primavera, el gozo más señalado. Alegraos sevillanos que ya es Domingo de Ramos, se anuncia que ya está presto todo aquello que esperamos. Mira que empezando el día está la seña y el santo: en el aire de tu tierra algo de luz derramado,  algo de ese repeluco que siempre llevas a mano, porque la herencia no pasa va contigo a todos lados, y aunque renegar quisieras, aún dejándolo de lado, sabes que esa mañana, nunca podrás olvidarlo, suena a ilusión que ya llega ya se han levantao los zancos. La Borriquita recorre, chicas sus filas de hermanos, avenidas de un recuerdo que de niños lo esperamos, que aquí los niños son grandes y los grandes aniñados.  Alegraos sevillanos que ya es Domingo de Ramos, que el que no se esté alegrando no es ni persona seria, ni cabal, ni buen cristiano, o no será de los nuestros, será que no es sevillano. Está la gente arreglada, es el día reclamado; sabes que esta alegría se estrena hoy en las manos de todo el que sueña vivo y de todo el que vivió soñando. Y yo que tengo hoy la suerte de estar aquí pregonando, que tengo como misión este gozo de anunciaros,  anunciar que ya está presto todo lo que, divagando, se acercó hasta la mañana del día más añorado, cómo no voy a empezar, cómo no voy a contaros la alegría del Domingo el que todos esperamos. Si además yo nada traigo, no soy yo el que lo proclamo, que es el tiempo de la dicha, él mismo se está anunciando: es esa brisa tan tenue, esos azahares blancos, esa luz tan de Sevilla en el Salvador temprano, una corneta en el parque bajo una Paz tan de blanco,  esos capirotes sueltos que en Alcaicería asomados nos señalan que ya está, nos señalan que ya estamos cerrando el cajón de vísperas y abriendo el del tiempo amado. Ya sabéis lo que os explico, mejor que yo lo detallo, lo vivís en cada anhelo, cada uno lo ha esperado, y ahora al fin, aquí la gloria tocándose con las manos. Porque está ya todo escrito, el velo cayó de plano, no habrá que esperar al Cielo que el Cielo se quedó abajo, en esta simpar Sevilla  todo está ya consumado, y al fin podremos vivir lo que todos esperamos, que ya podremos vivir el sonido de los pasos, oler el incienso nuevo, sabernos afortunados de tener las cofradías en la calle otro año. Por eso usurpo la voz de Sevilla y sus reclamos, para decirle a los míos, a la tertulia proclamo: alegraos sevillanos que ya es Domingo de Ramos.

D. Guillermo Gentil Alpériz(Extracto Pregón A Pulso 2017)

4 de abril de 2017

LA LUZ PRIMERA


"Prometo traer la alegría. Cuando ya clarea enero, pasada la Epifanía, cuando se acerca febrero, y al fin se alargan los días, cuando las tardes espero y el sol hoy sí os acaricia, ¿no veis que llega ese eco, el que proclama y decía que aunque siga siendo invierno ya se intuye la alegría? Lo trae la luz, en un sueño, la luz primera, que es la mía. Otra vez la luz primera. ¿Cuándo fue el momento aquel que llegó la primavera? Se alza el lirio y el clavel para mecer esta espera y la luz que te insinué me gana la tarde entera. Dime ahora, cuándo fue. Cuándo fue la luz aquella que mi corazón dispuso a soñar nuevos azules y se dispararon los pulsos buscando una nueva Thule, buscando una nueva Arcadia donde la luz no se emule y donde habite la gracia. Dime ahora cuándo fue. ¿Tenéis la memoria lista?  ¿Pero es que nadie lo ve? A vosotros, más pequeños, os diré cómo venía. Os voy a contar el cuento de aquella luz primeriza, que antes de acabar enero, quizás por Santa Lucía, en el tiempo del recuerdo cada tarde prometía traer Sevilla de nuevo, más cerca está cada día. Vuelvo de nuevo a mis versos tras veinte años, y decían: Ya viene entrando la luz, se mece por las esquinas y vuelve callado el son que te devuelve la vida.  Ya viene entrando la luz, cruzando todas las vías, llamando a los corazones a ver la ciudad escondida, que ya pasaron los fríos y se alargó el mediodía, Sevilla cogió color y se abrió paso su alegría entre las noches desiertas y entre los días sin día. Ya viene entrando la luz, qué cortita la mecida, casi sin notarse apenas el sol gana cada día, y todo, aún siendo lo mismo, qué distinto parecía, la placita recoleta,  el aire de la tarde misma, la visión de la ciudad de primavera vestida, la sombra de aquella torre y el halo de aquella brisa, la imagen de los recuerdos, esa ensoñadora esquina donde los ojos no ven lo que alcanza la poesía, que con los ojos del alma se ve lo que ni se mira. Va brotando la ilusión, la pasión de cercanías, que aunque aún quedaba lejos la luz era ya de vísperas, y puertas fueron abriéndose, y se abrieron celosías, y se fue marcando el paso  que aquella luz sugería. La luz que te abrió los ojos a lo que tanto querías, la luz de final de enero que era la luz de la vida, la luz que fue despertando emociones contenidas en el mar de los desvelos de las jornadas vacías. Y en todos los corazones do la ciudad pervivía alzáronse las ventanas que sólo eran rendijas, se musitaron palabras para dar la bienvenida a aquella luz de deshielos, de anhelos de cofradías, de sombras sepias de antaño,  que la memoria no olvida, que el valor del tiempo eterno siempre a su tiempo volvía. Aquella luz que era duende, misterio, color, compañía, que era luz casi sin serlo y era la que más lucía, no por ser la luz más grande ni más hermosa y lucida, sino por ser la primera, la ilusionada partida hacia las fechas soñadas, por ser la que descubría todo lo que se albergaba en aquellos que creían, por ser principio, ilusión, por ser luz siendo tan tibia, por darle sombra a los sueños que siempre se soñó Sevilla.  Los días eran tan densos, tan gris la monotonía. Hacía frío, era invierno, la noche entraba con prisa. A poniente, allá lejos, atardecer de ambrosía, el sol se estaba poniendo y el lubricán me traía aquella luz de mi ensueño que otro año renacía. Supe que estaba en lo cierto, la luz primera volvía. La ví una tarde de enero, me prometió la alegría"

D.Guillermo Gentil Alpériz (extraído del Pregón Tertulia Cofrade A Pulso 2017)