5 de abril de 2017

ROMANCE DE LA ALEGRÍA


Alegraos sevillanos que ya es Domingo de Ramos. Alégrate en la mañana del día más deseado, otea a Sevilla en su cielo, cielo azul desmemoriado, celeste de cuando niños de misa de Palmas y Ramos, celeste de primavera, el gozo más señalado. Alegraos sevillanos que ya es Domingo de Ramos, se anuncia que ya está presto todo aquello que esperamos. Mira que empezando el día está la seña y el santo: en el aire de tu tierra algo de luz derramado,  algo de ese repeluco que siempre llevas a mano, porque la herencia no pasa va contigo a todos lados, y aunque renegar quisieras, aún dejándolo de lado, sabes que esa mañana, nunca podrás olvidarlo, suena a ilusión que ya llega ya se han levantao los zancos. La Borriquita recorre, chicas sus filas de hermanos, avenidas de un recuerdo que de niños lo esperamos, que aquí los niños son grandes y los grandes aniñados.  Alegraos sevillanos que ya es Domingo de Ramos, que el que no se esté alegrando no es ni persona seria, ni cabal, ni buen cristiano, o no será de los nuestros, será que no es sevillano. Está la gente arreglada, es el día reclamado; sabes que esta alegría se estrena hoy en las manos de todo el que sueña vivo y de todo el que vivió soñando. Y yo que tengo hoy la suerte de estar aquí pregonando, que tengo como misión este gozo de anunciaros,  anunciar que ya está presto todo lo que, divagando, se acercó hasta la mañana del día más añorado, cómo no voy a empezar, cómo no voy a contaros la alegría del Domingo el que todos esperamos. Si además yo nada traigo, no soy yo el que lo proclamo, que es el tiempo de la dicha, él mismo se está anunciando: es esa brisa tan tenue, esos azahares blancos, esa luz tan de Sevilla en el Salvador temprano, una corneta en el parque bajo una Paz tan de blanco,  esos capirotes sueltos que en Alcaicería asomados nos señalan que ya está, nos señalan que ya estamos cerrando el cajón de vísperas y abriendo el del tiempo amado. Ya sabéis lo que os explico, mejor que yo lo detallo, lo vivís en cada anhelo, cada uno lo ha esperado, y ahora al fin, aquí la gloria tocándose con las manos. Porque está ya todo escrito, el velo cayó de plano, no habrá que esperar al Cielo que el Cielo se quedó abajo, en esta simpar Sevilla  todo está ya consumado, y al fin podremos vivir lo que todos esperamos, que ya podremos vivir el sonido de los pasos, oler el incienso nuevo, sabernos afortunados de tener las cofradías en la calle otro año. Por eso usurpo la voz de Sevilla y sus reclamos, para decirle a los míos, a la tertulia proclamo: alegraos sevillanos que ya es Domingo de Ramos.

D. Guillermo Gentil Alpériz(Extracto Pregón A Pulso 2017)

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