Alegraos sevillanos
que ya es Domingo de Ramos.
Alégrate en la mañana
del día más deseado,
otea a Sevilla en su cielo,
cielo azul desmemoriado,
celeste de cuando niños
de misa de Palmas y Ramos,
celeste de primavera,
el gozo más señalado.
Alegraos sevillanos
que ya es Domingo de Ramos,
se anuncia que ya está presto
todo aquello que esperamos.
Mira que empezando el día
está la seña y el santo:
en el aire de tu tierra
algo de luz derramado, algo de ese repeluco
que siempre llevas a mano,
porque la herencia no pasa
va contigo a todos lados,
y aunque renegar quisieras,
aún dejándolo de lado,
sabes que esa mañana,
nunca podrás olvidarlo,
suena a ilusión que ya llega
ya se han levantao los zancos.
La Borriquita recorre,
chicas sus filas de hermanos,
avenidas de un recuerdo
que de niños lo esperamos,
que aquí los niños son grandes
y los grandes aniñados. Alegraos sevillanos
que ya es Domingo de Ramos,
que el que no se esté alegrando
no es ni persona seria,
ni cabal, ni buen cristiano,
o no será de los nuestros,
será que no es sevillano.
Está la gente arreglada,
es el día reclamado;
sabes que esta alegría
se estrena hoy en las manos
de todo el que sueña vivo
y de todo el que vivió soñando.
Y yo que tengo hoy la suerte
de estar aquí pregonando,
que tengo como misión
este gozo de anunciaros, anunciar que ya está presto
todo lo que, divagando,
se acercó hasta la mañana
del día más añorado,
cómo no voy a empezar,
cómo no voy a contaros
la alegría del Domingo
el que todos esperamos.
Si además yo nada traigo,
no soy yo el que lo proclamo,
que es el tiempo de la dicha,
él mismo se está anunciando:
es esa brisa tan tenue,
esos azahares blancos,
esa luz tan de Sevilla
en el Salvador temprano,
una corneta en el parque
bajo una Paz tan de blanco, esos capirotes sueltos
que en Alcaicería asomados
nos señalan que ya está,
nos señalan que ya estamos
cerrando el cajón de vísperas
y abriendo el del tiempo amado.
Ya sabéis lo que os explico,
mejor que yo lo detallo,
lo vivís en cada anhelo,
cada uno lo ha esperado,
y ahora al fin, aquí la gloria
tocándose con las manos.
Porque está ya todo escrito,
el velo cayó de plano,
no habrá que esperar al Cielo
que el Cielo se quedó abajo,
en esta simpar Sevilla todo está ya consumado,
y al fin podremos vivir
lo que todos esperamos,
que ya podremos vivir
el sonido de los pasos,
oler el incienso nuevo,
sabernos afortunados
de tener las cofradías
en la calle otro año.
Por eso usurpo la voz
de Sevilla y sus reclamos,
para decirle a los míos,
a la tertulia proclamo:
alegraos sevillanos
que ya es Domingo de Ramos.
D. Guillermo Gentil Alpériz(Extracto Pregón A Pulso 2017)
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