Las fechas nos llevan inexorablemente hacía los días más hermosos, los ritos se van cumpliendo, y las hojas del calendario nos recuerdan que estamos en vísperas de uno de nuestros días más señalados. Ayer se entregaron las pastas al pregonero, en miércoles, y justo el anterior al pregón. Se renueva el rito y la regla, se convierte en el disfrute de la espera, en el gozo anticipado, en la cuaresma disfrutada, de manera que cuando sea Viernes de Dolores, habremos dejado atrás fechas, vivencias, emociones, que nos servirán de preparación para los días grandes. Que sí, que sí, que mayor es el gozo si se vive la espera, y en eso estamos.
Ayer, emoción a raudales, ilusión contenida, transmitida con una media sonrisa nerviosa, con un "gracias de corazón". Estamos seguro que todo irá bien el domingo, y que tu pregón será el nuestro. Juegas en casa pregonero. Ya has ganado solo con abrirnos tu corazón de Jueves Santo, contarnos donde empezó todo, y como vas acumulando vivencias año tras año. Deseando sea Domingo. Ánimo, y sobre los píes.
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